-Bueno, pero aparte del alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras y los baños públicos, ¿qué han hecho los romanos por nosotros? -Nos han dado la paz. -¿La paz? ¡Que te folle un pez!
Por otra parte, Aminatou Haidar sigue jugándose la vida en una lección de razón y dignidad respecto a la cual, nuestra bonita democracia se está quedando a la altura del betún: desde la Casa Real (de hecho, es "su naturaleza", no hay de que extrañarse) hasta el Gobierno -que a estos, al menos, sí que los podemos votar- pasando por el otro gran partido de la oposición que, sobre todo, en este asunto, no es que se opongan demasiado.
Triste espectáculo el que nos estamos comiendo que, al fin y al cabo, no es mas que un reflejo de lo que hay. Demasiadas cosas no cuadran entre el norte y el sur, entre la sociedad que vive anestesiada por la opulencia y la que el dolor, a penas le permite sentir. Definitivamente: no hay donde mirarse sin percibir una mezcla de sensaciones entre la ira y la vergüenza ajena.
Al final, da la impresión que solo queda un camino: romper las cadenas de la mente para cambiar las cosas. Esto ya nos lo advirtieron -y vuelvo a los geniales Monty Python-: ¡Tú eres el autentico mesías! Y yo lo sé, porque he seguido a varios... Y es que, cada vez más, la realidad se hace demasiado dura para poder escribirla.
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