El triunfo de Aminatou Haidar deberá ser recordado durante mucho tiempo. El régimen marroquí esperaba mantener su inmunidad y la mantuvo. Ayer confesó Moratinos que Rabat había avisado un día antes de que deportarían a Aminatou Haidar a España y nuestro país aceptó. El miércoles reconoció que su ministerio no había sido precisamente contundente en la defensa de los derechos humanos. Pero la presión de Aminatou Haidar, junto con los apoyos de la sociedad civil y la lealtad y eficacia de una fuerza política imprescindible han doblado la rodilla al ocupante y a sus cómplices de siempre. ¡qué ejemplo el de Willie Toledo, Juan Diego Botto, Antonio San Juan… y el de toda la Plataforma de Apoyo a Aminatou Haidar!
Sobre todo, ¡qué ejemplo el de Aminatou Haidar! No recuerdo una demostración práctica más contundente de aquella frase: “prefiero morir de pie que vivir de rodillas“. Durante semanas el Ministerio de Exteriores y su coro mediático nos decían que ya no se podía hacer más y que había dos bandos: quienes querían que Aminatou abandonara la huelga de hambre (voluntariamente o a la fuerza) y quienes estarían deseando que se la dejara morir (quienes no entraban en ese falso debate, sino que exigíamos que viviera con los suyos y en su casa, que es lo que ha sucedido: “la estáis matando” dijo un alto cargo político del Ministerio del Interior a la Plataforma de Apoyo a Aminatou Haidar). Se podía hacer más, como ha demostrado finalmente la diplomacia mundial. Se podía hacer algo y sólo se ha hecho cuando se ha visto la posibilidad de una tragedia que habría sido muy dura. Pero lo primero no fue intentar que Aminatou viviera en su casa con sus hijos, sino que renunciara a su lucha y a su dignidad (¿ya nadie recuerda que enviaron un juez para intentar alimentarla por la fuerza?).
Ahora llega a El Aauin. Sabemos poco: sólo que nada más llegar la policía marroquí prohibió la presencia de cámaras que registraran su derrota y que ha habido detenidos entre los simpatizantes de Aminatou Haidar. Aminatou ha vuelto al Sáhara, pero el Sáhara sigue ocupado y sigue siendo el pasto del saqueo y la violación de derechos humanos. Mañana hay una manifestación en Madrid: tenemos que ir a celebrar la liberación de Aminatou Haidar, pero también a recordar que la ocupación del Sáhara sigue siendo ilegítima y que los gobiernos sólo dejan de mirar para otro lado cuando se les pone contra las cuerdas. Que no se nos olvide Aminatou, que no se nos olvide el Sáhara
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